En las llanuras sevillanas de la de Isla de la Cartuja, lugar que en 1992 albergó la exposición universal, tiene (tenía) su habitat el Homo Sapiens Cenizo, especie rapaz de insaciable apetito cárnico. De aspecto desgarbado pero fuerte y con una altura considerable su piel negruzca le permite ocultarse en las sombras, adaptación genética que aprovechará sin mesura para establecer contacto con sus presas. Lugares favoritos para el rito de la caza son los pasillos de la FCOM, alli, tras cualquier esquina o recobeco aparecerá de sopetón para realizar su acto de rozamiento furtivo. Machos y hembras humanos, sorprendidos, no podrán evitar los abrazos y tocamientos, siempre legales y con cariño de este ejemplar único.
Con llegada de la primavera y sus noches trasladará su coto de caza a la zona de la Alameda. Cualquier ingesta de bebida alcohólica potenciará la sed polinizadora de este macho, que no dudará en abrazar incluso a quien no conozca si la ocasión se presenta. De filiación bética su verdadera pasión es el deporte de la canasta, cajista hasta la médula disfruta de tan digno deporte estoicamente. Conocidos son también su gusto por el deporte rey así como su presencia en varias timbas de Poker sitas en la calle de la virtud constante.
Por desgracia para la ciudad de Curro el único especimen resgistrado habita en la actualidad en la ciudad de Barcelona, lejos de esos pasillos que disfrutaron su presencia.
Carlos Cabrera, alias "Perilla".